El caudillo
ha muerto, pero la dictadura continúa. Y es que después del decreto firmado a
última hora en Venezuela para poder posicionar a Nicolás Maduró como presidente
encargado, se demuestra una vez más que la constitución en Venezuela es
pisoteada y sirve solo para los intereses del chavismo. Nicolás Maduro no
debería ser el presidente encargado pues Hugo Chávez nunca fue posicionado como
presidente tras su victoria el pasado año. Queda claro entonces que la
dictadura no murió con Chávez, los poderes los siguen manejan a su antojo y
para el propio provecho del gobierno “revolucionario.”
Sin embargo,
Venezuela tiene una oportunidad única para derrocar el gobierno que tanto daño
le hace a las libertades, la democracia y la estabilidad regional. Es de suma
importancia que la ciudadanía salga a la calle y vote masivamente el próximo 14
de Abril. La postura del candidato Henrique Capriles tiene que ser fuerte, él
debe entender que compite contra una tiranía no contra demócratas. Venezuela
merece un mejor futuro, pero solo lo podrá conseguir si la gente sale a las
calles a buscar un cambio el próximo mes.